El 95 % de los seres humanos vamos a posponer tomar una decisión o empezar una acción en algún momento de nuestra vida. Hasta cierto punto esto es normal. Sin embargo cuando empezamos a hacerlo de manera frecuente, esto va a traer consecuencias a nivel emocional. Esto puede disparar sentimientos de culpa, que afecte la motivación o autoconfianza o traer sentimientos de fracaso. En el ámbito laboral/profesional también puede afectar nuestra productividad.

Podemos sospechar que alguien tiene un problema de postergación cuando se llena el día de muchas actividades que no son realmente importantes. O bien cuando alguien empieza un proyecto y busca maneras, actividades o lugares que le pueden distraer o bien le da prioridad a proyectos de otras personas y “no tiene tiempo” para sí mismo/a.

Existen 6 principales razones para la postergación:

  1. La tarea se puede encontrar aburrida, poco estimulante o incluso desagradable
  2. Existe una mala organización. Al no tener un plan se puede posponer una actividad pues no se sabe cuál va a ser el siguiente paso después de ese.
  3. Puede existir un problema de auto-estima o auto-confianza. Puede ser que la persona no se sienta capaz de realizar o completar la tarea de una manera satisfactoria.
  4. Se puede experimentar un miedo al éxito y entonces se pospone el éxito (Leer mas aquí)
  5. Las personas con rasgos perfeccionistas pueden postergar temiendo no hacer las cosas de manera perfecta.
  6. Puede ser también un síntoma más grave como puede ser un trastorno obsesivo de la personalidad, ansiedad, depresión, culpa o un stress patológico.

La postergación es un hábito y como tal no es sencillo quitarlo. Pero aquí hablamos de que no es solo remplazar el mal hábito sino que también hay que remplazarlo por otro que te sea más productivo o gratificante. Para cambiar un hábito necesitaremos de 3 semanas a 3 meses. Para cambiar un hábito es necesario una decisión y un trabajo personal pero también muchas veces necesitaremos buscar ayuda externa, ya sea de personas en tu vida en las cuales puedas confiar o bien ayuda profesional.

La postergación puede restringir tu potencial y socavar tu carrera. También puede interrumpir el trabajo en equipo, reducir la moral e incluso conducir a la depresión y la pérdida de empleos. Entonces, es crucial tomar medidas proactivas para prevenirlo en tres pasos.

  1. Reconoce que estás aplazando: El primer paso para superar la postergación es reconocer que lo estás haciendo.
  2. Identifique las razones detrás de tu comportamiento y usa estrategias apropiadas para manejarlo y superarlo.
  3. Adoptar Estrategias Anti-Postergación. Existen tres grandes ramas de acción y estrategia para superar la postergación patológica:
    1. Hay que cambiar como ves las tareas: desde un “Necesito hacer…” o un “tengo que hacer…” por un “quiero hacer…” Para eso hay que:
      1. Eliminar posibles distracciones
      2. Empezar por lo más displacentero de la tarea
      3. No perder de vista las ganancias a largo plazo de realizar esta tarea.
    2. Es necesario planificar. Tener un claro plan de acción va a ayudar a no postergar hacer cosas. Hay que tener:
      1. Una lista priorizada distinguiendo lo urgente de lo importante
      2. Plantearnos metas en tiempos específicos.
      3. Dividir proyectos en etapas: donde podamos ver pequeñas ganancias y avances
    3. Pide ayuda. No tienes que hacer todo solo. Acércate a un grupo, a un amigo, algún familiar o un profesional que te pueda acompañar y apoyar durante tu proceso.

Pablo Munoz